lunes, 21 de noviembre de 2011

So cold the night

Sintió cierto temor y se agachó mientras ella pasaba. Le ví acurrucado mirándola y escondiéndose llenándome de muchos recuerdos pero sobre todo volviendo a revivir aquel momento. El frescor de ese instante intacto para siempre. Por una milésima de segundo quien fuera yo era observado por mí mismo. Dos universos paralelos con una diferencia veinticinco años estaban extrañamente juntos.

Hoy hubiera salido detrás de ella para decirle cualquier cosa pero en aquel entonces simplemente no podía. Sabía cual era mi papel y debía entrar en escena en el preciso momento para no alterar la historia: me acerqué a él con cierta sonrisa y le pregunté qué hacia.

Lo que un tercer observador hubiera visto sería una profesora que vió al alumno y se acercó sonriendo y le preguntó qué hacia. Yo pude percibir los hechos desde los ojos de ella y sin embargo aquel joven era yo mismo en la época del instituto.

Seguía mirándola y se vió en un segundo tan intimidado que salió corriendo. Su piel era tan juvenil que sentí curiosidad por tocarla, pero ya se había marchado corriendo con tanta prisa que se le cayó algo sin darse cuenta. Salí detrás y recogí aquel cassete que tenía titulado "so cold the night".

Efectivamente, aquella canción que escuchaba una y otra vez pensando en ella.


¿Cómo pude olvidarlo? Imaginé tantas cosas mientras me perdía en esos sonidos que evocaban épocas antigüas en algún poblado árabe. Al volverlo a recordar pude sentir más profundamente mi esencia que se esparcía por los pasillos de aquel instituto a través de aquella profesora.

Pronto todo aquel plano se desplegó de mi presente, dejando aquel pasado a años luz de donde estaba. Ahora volvían a ser recuerdos lejanos.
Era como haberlo vuelto a vivir.
Desperté.




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