sábado, 2 de junio de 2012

En la memoria de mis pies



Muchos habreis pensado en lo andrajoso que fui al llevarlas rotas durante algunos años sin importarme.

Hoy tras más de 7 años en mis pies y por el bien de quienes me sostienen he decidido despedirme de ellas como también hice con la famosa mochila azul que muchos habéis conocido y odiado. Aquella que me portaba mis libros e ilusiones allá donde iba, aquella que terminó rota e inservible nada más volver de El Salvador.

Lo que sí es seguro es  que el listón está muy alto y pocas han llegado a la memoria de mis pies como éstas.


2 comentarios:

  1. Pos yo tengo unas sandalias que tienen 17 años, y aun me las pongo de vez en cuando jeje, son griegas y están hechas a mano...te reto a que me ganes jeje

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  2. Hay que ver el apego que tenemos a veces por determinados objetos. Y es algo que va más allá del materialismo: no nos aferramos a ellos por su valor intrínseco en términos de mercado, sino por lo que han ido acumulando de experiencias vivas junto a nosostros...

    ¿Yo qué tengo? Pues una pluma medio rota, que escribe mal, pero que me acompaña a todas partes. Anda que no habremos visto y relatados cosas en estos catorce años juntos ;-)

    P.quito

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